¿Sabes qué ponerte para entrenar en invierno? La ropa adecuada en los días fríos puede protegerte de las lesiones e incluso mejorar la calidad de tu entrenamiento.

¿ENTRENAS AL AIRE LIBRE?

Opciones para la parte de arriba:

  1. Opta por utilizar casacas cortavientos o impermeable – es ligera y transpirale y te protege del viento y la lluvia al mismo tiempo.
  2. Poleras largas o cortas de un material como el suplex light que te mantendrá fresca y evitará que tengas mucho frío
  3. Completa tu look con un top, bividi o polo deportivo como base de tu outfit.

Modelo Casaca Bombshell

Opciones para la parte inferior del cuerpo

  1. Leggins:  se ajustan como un guante, eliminan el sudor, mantiene tu calor corporal y al mismo tiempo dejan que la piel respire y se vea bien. Te recomendamos utilizarlos en (Suplex Brasilero, Suplex dry fit o Rib grueso)
  2. Medias deportivas:  ¡Muy importante! Olvídate de los tobillos expuestos y ponte medias deportivas. Así evitarás posibles lesiones y molestias por la rigidez de los tendones.
  3. Calzado: el calzado se adapta al deporte o al terreno en el que te mueves. En invierno, hay muchas probabilidades de llueva y haya humedad, así que elige las que tengan una suela más gruesa y que no resbale.

¡Complementos para terminar el look! Te verás fantástica, con estilo y cómoda.

En invierno, los complementos juegan un papel importante en cómo te sentirás durante el entrenamiento y en cómo llevarás el entrenamiento. Por lo tanto, no olvides estas necesidades invernales:

Gorra de invierno: Son agradables, así que elige una para proteger las orejas y mantener la cabeza caliente.

Chalina de cuello: La respiración no sólo resulta incómoda cuando se hace ejercicio en invierno sino que puede causar problemas de salud como un resfriado o una sensación de aire frío en los pulmones. Así que no olvides una chalina para el cuello y mantener abrigado la parte superior de tu cuerpo.

Guantes: Hacer ejercicio con las manos congeladas no funciona. Protege tus palmas con guantes transpirables en invierno. Aunque te calientes con el movimiento, no te los quites. Las extremidades a la temperatura óptima garantizan la sensación óptima en todo el resto del cuerpo.